jueves, 15 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
¡UNA BUENA BROMA PARA EL DÍA DE LOS INOCENTES!
Esta mujer tiene mucho sentido del humor.
¡Qué graciosa! How fun!!!!
http://www.youtube.com/watch?v=XuQtwo4Y42o
¡Qué graciosa! How fun!!!!
http://www.youtube.com/watch?v=XuQtwo4Y42o
jueves, 8 de diciembre de 2011
DIARIO DE UN PERRO.
Semana 1:
Hoy he cumplido una semana. ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!
Mes 1:
Mi mamá me cuida muy bién. Es una mamá ejemplar.
Mes 2:
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta y, con sus ojos, me dijo adiós. Esperaba que mi nueva familia humana me cuidase tan bien como lo había hecho ella.
Mes 4:
He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que, para mi, son como "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me muerden la cola y yo les muerdo jugando.
Mes 5:
Hoy me han regañado. Mi ama se molestó porque me hice pipí dentro de la casa; pero nunca me han dicho dónde debo hacerlo y ya no me aguantaba.
Mes 12:
He cumplido un año. Mis amos dicen que he crecido más de lo que ellos pensaban. ¡Qué orgullosos se deben sentir de mi!
Mes 13:
¡Qué mal me he sentido hoy! Mi "hermanito" me quitó la pelota y yo intenté recuperarla pero, como mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron, al sol, y casi no me podía mover. Dicen que me van a tener en observación y que soy un ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.
Mes 15:
Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.
Mes 16:
Hoy me bajaron de la azotea. seguro que mi familia me perdonó. Me puse tan contento que daba saltos de alegría. Además, me iban a llevar con ellos de paseo. Cuando estábamos en la carretera pararon, abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que pasaríamos nuestro "día de campo". No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. ¡Esperad!¡Os olvidáis de mi! Se.... se olvidaron de mi. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta y casi me desvanecía pero ellos no se detenían: ¡me habían olvidado!
Mes 17:
He tratado, en vano, de buscar el camino de regreso a casa, me siento muy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo de mi alma. Quisiera que me adoptaran y sería leal como nadie pero solo dicen "pobre perrito se debe haber perdido"
Mes 18:
El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y niñas como mis "hermanitos". Me acerqué y un grupo de ellos, riéndose, me lanzaron una lluvia de piedras para ver quién tenía mejor puntería. Una piedra me lastimó el ojo y desde entonces no veo nada con él.
Mes 19:
Es muy raro, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí.Ahora estoy muy delgado; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente me echa a patadas cuando pretendo descansar en una pequeña sombra.
Mes 20:
Casi no puedo moverme. Hoy, al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, uno me arrolló. Yo pensaba que estaba en un lugar seguro al que llaman "cuneta" pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción
del conductor, que hasta se ladeó con tal de darme. ¡Ojalá me hubiera matado! pero, sólo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden. Con dificultades me he arrastrado hacia un poco de hierba en la ladera del camino.
Mes 21:
Llevo diez días bajo el sol, la lluvia y el frío sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; me quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y me ve, otros dicen: "No te acerques". Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado" decía....Junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir". A la gentil dama se le cayeron las lágrimas y asintió. Como pude, moví la cola y la miré agradeciéndole que me ayudara a descansar. Solo sentí el pinchazo de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.
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